Las empresas actuales son expertas en el cambio ya que es fundamental para sobrevivir. La innovación, modernización y mejora continua de los procesos operacionales son factores indispensables en el mundo complejo actual. No importa si la empresa manufactura partes automotrices, maquinaria industrial, alimentos o muebles, deben estar al día con las tendencias, con los retos y adaptarse a ellos. Las nuevas estrategias y acciones deben estar sincronizadas, así como también deben alinearse con los clientes y exceder las expectativas. No es una tarea fácil y muchas organizaciones luchan por buscar la manera de comenzar la digitalización.
A medida que buscan introducirse, las empresas deben parar y hacerse tres preguntas antes de empezar este recorrido.
¿Está preparada organizacionalmente la empresa para un cambio tan considerable?
Las organizaciones son tan buenas como su gente, y las empresas deben evaluar cuidadosamente si cuentan con el personal y la cultura adecuada para una nueva forma de hacer las cosas. Las personas son las responsables de implementar el cambio y deben estar listas, comprometidas y convencidas con el plan de transformación.
La cultura organizacional puede marcar el fracaso o el éxito del proyecto de transformación digital y la gestión del cambio organizacional es uno de los componentes claves para dicho proyecto. Las organizaciones deben gestar una cultura inclusiva, donde el personal sienta que es un contribuidor clave para el éxito de la empresa.
Para lograr esto, los equipos de gestión deben incentivar una cultura de apertura que ayude a los empleados a compartir sus ideas. Todos los cambios y las transformaciones comienzan con una idea. Es importante que el personal se sienta empoderado y comparta sus ideas y opiniones.
¿Qué esperamos conseguir y cuáles serían los resultados?
Lograr proyectos exitosos de transformación digital es difícil, y si las organizaciones no tienen claro el objetivo, las posibilidades de éxito son mínimas. Las empresas deben invertir tiempo y esfuerzo para entender exactamente qué quieren lograr con la digitalización. Se deben preguntar lo siguiente: ¿Qué hace falta cambiar? ¿Por qué se necesita el cambio? ¿Cuál será el impacto?
Las ideas de las organizaciones caen en cuatros categorías: lineamiento con los clientes, productividad de los empleados, visibilidad de la cadena de suministro o eficiencia operacional.
Clientes: Las organizaciones deben preguntarse si están transformando la forma de conexión y relación con los clientes, si desean ofrecer algún producto nuevo, si quieren aumentar el nivel de servicios o usar los datos para crear un nuevo flujo de facturación.
Empleados: Las organizaciones deben preguntarse si las funcionalidades que brindan ayudan al compromiso del personal, cómo las soluciones digitales ayudan a mejorar la productividad, mejorar la toma de decisiones y a eliminar cuellos de botella en los procesos.
Cadenas de Suministro: Las organizaciones deben evaluar si están simplificando las cadenas de suministro complejas y aumentando la visibilidad para anticipar problemáticas y resolver proactivamente problemas potenciales.
Operaciones: Al evaluar la eficiencia operacional, las empresas se benefician preguntándose si pueden optimizar la forma en que operan y si cuentan con la tecnología adecuada para lograr eficiencia en los procesos. Así, lograrían predecir problemáticas y decidir la mejor acción a seguir.
¿Es nuestro sistema apto para la digitalización?
Antes de comenzar el proyecto de transformación digital, los sistemas de la organización deben ser aptos digitales y sumamente flexibles. Idealmente, la organización debe contar con un ecosistema donde el personal acceda a su trabajo, a los datos y a los procesos sin barreras en cualquier momento y desde cualquier lugar. Tener las soluciones en la nube es la mejor manera.
También, las empresas se benefician con soluciones especialmente desarrolladas para su industria con funcionalidades específicas para cada sector. Las aplicaciones modificadas complican los upgrades y la modernización, introduciendo riesgos y dificultando la adopción de soluciones digitales avanzadas.
Idealmente, los sistemas punta a punta de la empresa deberían funcionar sobre una plataforma digital común que brinde funcionalidades modernas integradas como Internet de las cosas (IoT), inteligencia artificial (IA), machine learning (ML), big data, movilidad, y análisis predictivo.
El entorno tecnológico de las empresas debe soportar el concepto de hiper conectividad, no simplemente conectar aplicaciones, sino conectar a todos: gente, aplicaciones, dispositivos, datos y proveedores.
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