Hace ya más de una década la capital santiagueña experimenta un crecimiento exponencial hacia los márgenes sur y norte de la ciudad. Sin embargo, en la zona sur de la Madre de Ciudades pareciera darse una explosión comercial que encuentra su auge en rubros como el gastronómico con el afloramiento de bares, confiterías y restaurantes.
El epicentro de este fenómeno pareciera darse principalmente sobre la avenida Belgrano, y calles Independencia, Juncal, Solís e Illia, repartidos en diferentes barrios. La propuesta es tan variada como interesante, y va desde confiterías como Mousse, Tentate, Lucciola, Bruno's, Panachos o La Lola, hasta cervecerías como Pantano y Casapinta o tiendas de vino como Guim o La Vinoteque.
Pero la oferta no termina ahí: se pueden encontrar también restaurantes con menús específicos (Ebi Sushi Fusión, Izumi, Sushiworld, Shawayra), parrillas (La Brasa), lomiterías (La Caroya) y pizzerías (Pomodoro, Donatta, Pizza Nostra, Popular y El Club de la Pizza).
La lista sigue incluso más al sur con la parrilla Achalay y la vinería Quality, de reciente inauguración.
El fuerte impulso al Turismo es una buena noticia para el comercio. En un contexto en el que Argentina atrae por el tipo de cambio, Santiago del Estero brilla durante la temporada invernal por su multiplicidad de propuestas. En un efecto concatenado, este fenómeno se traduce en el resurgir de la actividad comercial que excede el microcentro y sus zonas de referencia más cercanas, entre ellas, la avenida Roca, sector paradigmático de la nocturnidad en la provincia.
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