La transformación digital fue el centro de muchas reuniones y agendas en los últimos años, incentivando formas modernas de trabajar, nuevos modelos empresariales y agregando un mayor valor para los clientes. La pandemia aceleró las iniciativas de digitalización mientras las organizaciones enfrentaban la necesidad urgente de adoptar modelos de trabajo remoto y adaptarse a los cambios.
El valor de la tecnología se reconoce en su totalidad justificando inversiones y en la necesidad de un cambio, aclara Infor. Por otro lado, la nube como modelo de implementación, junto con las funcionalidades modernas de integración, dio un gran paso. Esto no solo facilita una mayor escalabilidad, seguridad y capacidad para que los CIOs inviertan en nuevas tecnologías, sino que permite que los datos de toda la organización puedan consolidarse logrando mayor visibilidad. A su vez, crea también estrategias para brindar valor en los procesos, pero mientras el cambio sea el eje, existe una falla.
¿Una falla en la definición?
Esto se da porque, en la mayoría de los casos, la transformación significa un evento. Conforme al diccionario, este se define como “un cambio completo en alguien o algo”, y la transformación está ligada a un solo proceso y/o a una serie de sucesos relacionados a un mismo objetivo. En términos digitales, esto toma la forma de un proyecto individual o de una serie de proyectos que constituyen un programa más amplio, focalizado en la experiencia del cliente.
La transformación digital es, sin duda, un medio para modernizar y acelerar la toma de decisiones utilizando innovación y creatividad para optimizar tanto la experiencia, como el performance financiero. Sin embargo, si la transformación simplemente termina luego del “go live” de tecnología, inevitablemente los beneficios irán disminuyendo con el tiempo.
Un entorno realmente digital
Para lograr un entorno digital con resiliencia, escala y flexibilidad para el cambio se deben mitigar los riesgos y navegar por la incertidumbre del mercado. Una transformación única no será suficiente. Estamos operando en una economía que está evolucionando a un ritmo nunca antes visto, con nuevas industrias y roles que emergen todo el tiempo. En este escenario, las empresas deben explorar nuevos modelos para acomodar los cambios, desarrollar la innovación y estar preparados para ampliar sus recursos.
Muchas compañías pueden ser lo suficientemente ingenuas para admitir que esto representa un gran paso en el cambio que se está planificando, dado que para crear una cultura digital es necesario que se requiera de una economía moderna y la transformación debe ser continua. Esto se debe a una estrategia basada en lograr el entorno adecuado y no focalizarse solo en seleccionar la tecnología correcta. El cambio de digitalización a una transformación prolongada requiere contar con los recursos apropiados de talento, conocimiento, inversión y visión a largo plazo.
Existe una buena razón por la que Amazon es considerado un buen ejemplo de empresa que representa esta estrategia. Según Amazon, la innovación no es algo que ocurre en un solo momento y lugar sino que sucede como parte de todos los días de trabajo. En la práctica, cada reunión y decisión tomada garantiza que el objetivo de la empresa esté dedicado a mejorar la experiencia del cliente. Parte de este objetivo significa constantemente innovar, buscando nuevas ideas por fuera de la compañía.
Transformación continua
Para la mayoría de las empresas este proceso debe comenzar por algún lado. Las compañías innovadoras que miran al futuro desarrollan, revisan e invierten en procesos, prácticas y sistemas que garantizan que las funcionalidades se actualicen continuamente para reflejar los cambios en las demandas. A medida que la compañía crece, los detalles se van ajustando a la naturaleza del mercado actual para poder cambiar de dirección según sea necesario.
La pandemia tuvo efectos a largo plazo, recientemente, una encuesta de empresas de manufactura señaló que la industria nunca volverá a ser como antes. El reporte menciona que el 95% de los encuestados tiene preocupaciones sobre sus cadenas de suministro actuales, mientras que un 91% aumentó su inversión en transformación digital como forma de respuesta y espera un futuro más rápido y resiliente.
Tomar la delantera
La transformación continua es, sin lugar a duda, el futuro para tomar la delantera y crear una cultura transformacional que debe ser una prioridad, refuerza Infor. Se debe desafiar al status quo para revisar y redefinir la experiencia del cliente. En los próximos años, la transformación digital será la palabra asociada con la revolución digital que estamos viviendo actualmente. Sin embargo, los verdaderos ganadores serán aquellos que adopten la transformación continua para mantenerse relevantes en el mercado, adaptándose al cambio y desarrollando una ventaja competitiva en forma más rápida y tangible que la competencia, resume Infor.