Este respaldo del BID, que implicó un cambio de 180 grados en la relación que venía teniendo el organismo con las gestiones anteriores, le significarán una entrada de US$ 1.200 millones de libre disponibilidad de aquí a fin de año, que serían utilizados para fortalecer las reservas y, por otro lado, más fondos para créditos de inversión para obras en la Provincia de Buenos Aires y el Turismo.
Esto fue algo que ya fue valorado ayer por el staff del FMI en pos del cumplimiento del acuerdo, según le trasmitieron a Massa los miembros del equipo económico argentino que se encuentran realizando la segunda revisión del programa con el Fondo.
"Hubo una sorpresa de parte del Fondo, que valoró el nuevo acuerdo con el BID", se comentó en la capital estadounidense.
Este acuerdo se suma a la medida reciente del dólar-soja a $ 200 que permitió en menos de dos días alcanzar una liquidación de granos de 1.750.000 toneladas, tanto como lo que se liquidó durante todo agosto.
"Massa vino a sostener en cada lugar de su visita institucional en Washington que la Argentina cumplirá con la meta del acuerdo con el FMI del déficit fiscal del 2,5%, y el resultado logrado con el BID fortalece la posición argentina en este sentido", celebraron desde el entorno de Massa.
Es decir, el próximo lunes Massa se verá con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, y también con la mano derecha de la titular del Tesoro, Yanet Yellen, David Lipton, donde reiterará la posición argentina de cómo se hará para cumplir con la meta fiscal del FMI, tal como lo hicieron sus antecesores Martín Guzmán y Silvina Batakis, y se mantendrá la misma línea, indicaron las fuentes cercanas a Massa.
De hecho, Batakis viajará a Washington para acompañar al ministro de Economía en su reunión del lunes próximo, aunque el entorno es muy diferente: bajó la brecha cambiaria al menor nivel en dos meses, a menos del 100%, y se tomaron medidas para garantizar el orden fiscal y la no emisión del Banco Central para asistir al Tesoro.
Respecto de las fuentes de las reservas, algo que descartó el equipo económico aquí es que "no se le pedirá al FMI los 1.300 millones de dólares que le corresponderían al país con el nuevo Fondo de Resiliencia del FMI, aprobado durante la pandemia, porque no sería operativo hasta el 2024 y 2025", indicaron.
Sin embargo, Massa no descarta solicitar fondos a través de los Repo, e incluso organismos como el BID podrán participar aportando garantías para lograr los préstamos de parte de Bancos privados.
"Eso sería en Octubre", indicaron, y quizá se den en el marco de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial, dando cuenta de que a la larga "Massa va cumpliendo el check lista de medidas que anunció cuando asumió", hace apenas un mes de gestión.
Las relaciones políticas que fue cosechando Massa durante los últimos 20 años está siendo puestas a prueba en esta gira: a Mauricio Claver-Carone lo conocía cuando este había sido el representante del FMI en la era de Donald Trump.
A Juan González también lo conoce desde hace unos seis o siete años, y fue introducido por el subsecretario del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado Ricardo Zuñiga, si bien todos estaban en distintas funciones , siguieron conservando la relación, que hoy se torna muy relevante para el intercambio bilateral del gobierno de Alberto Fernández.
A los fondos de inversión de Wall Street, aunque no fueron ni el plato principal ni el postre de esta gira, los conoce desde que era el titular de la Anses, y también cuando ostentó el mandato de negociar la deuda argentina, antes que Amado Boudou.
Aquí en Washington tienen presente que Massa fue quien buscó intermediar con la oposición para cerrar un acuerdo con el FMI.
Una cualidad de Massa es que es visto como un pragmático; "puede hablar perfectamente con un demócrata, o con un republicano, sin meter el componente ideológico y eso gusta en Washington", expresó una fuente que lo sigue a cada paso.
En la cena de anoche con el asesor especial de Joe Biden, Juan González y el embajador de EEUU Marc Stanley -en la casa del embajador Jorge Argüello-, Massa pudo intercambiar de primera mano y en un clima más distendido el termómetro de la relación bilateral entre Estados Unidos y la Argentina, e "intercambiar mensajes" para afianzar la relación bilateral, además de compartir el vino mendocino e intercambiar de fútbol. Ambos son de Tigre, algo más que pesa en el entendimiento mutuo.
(Télam)
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