El Gobierno de Santiago del Estero implementó una exención impositiva clave para el sector agropecuario: por los próximos seis meses, los productores quedarán exceptuados del pago del impuesto a los Ingresos Brutos. La decisión apunta a aliviar la presión fiscal en un contexto de severas dificultades económicas y climáticas que afectan al campo provincial.
“Es una medida muy esperada y recibida con beneplácito. El sector del campo lo venía solicitando”, aseguró el ministro de Producción, Miguel Mandrile, en declaraciones a Radio Panorama.
La iniciativa fue interpretada como una herramienta anticíclica en momentos en que el agro enfrenta su cuarto año consecutivo de sequía, sumado a los intensos calores de comienzos de año que afectaron los rindes de los cultivos de cereales. “Son medidas correctas y bien pensadas, porque alivian la presión fiscal sobre el productor primario”, agregó Mandrile.
El funcionario también advirtió sobre el impacto adicional del regreso de las retenciones, al señalar que “el sector tiene un problema terrible con eso”, y destacó que “la gente del campo está muy agradecida”.
Desde el Gobierno provincial se remarcó que esta política de alivio busca sostener el entramado productivo del interior, resguardar el empleo y preservar la competitividad de una de las principales actividades económicas de Santiago del Estero.
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