La ciudad de Nueva York se divide en 3 grandes áreas, el Uptown (hacia el norte), Midtown, y Downtown Manhattan (hacia el sur), lo que tenemos que tener presente a la hora de movernos en la ciudad para que nos resulte más práctico recorrer los 5 distritos que la componen, que son The Bronx, Manhattan, Queens, Brooklyn y Staten Island.
Lo primero que hay que hacer a la hora de programar este viaje, es concientizarnos en que serán días de mucho andar de una zona hacia la otra, para poder conocer todo lo que ofrece, por lo que hay que ir preparado con ropa cómoda, una mochila para el día y una botella de agua (que la vas a ir recargando porque todos los bebederos funcionan) ya que es difícil volver al hospedaje en medio de la jornada.
Lo ideal es arrancar el día teniendo planeado hacia dónde ir porque la ciudad en sí misma te va sorprendiendo a cada paso que das y uno se queda observando instalaciones, arte callejero, vidrieras, construcciones nuevas o simplemente a los New Yorkers que transitan con llamativos looks.
Subte, bici… y más (los precios)
Una opción súper conveniente a tener en cuenta para moverse es el New York City Subway, inaugurado en 1904 que conecta prácticamente toda la ciudad. El subte se divide en dos niveles, una obra de ingeniería que permite llegar en poco tiempo a distintos puntos de la ciudad, las 24 horas del día; en horas pico llega en 2 minutos.
Otra opción es el alquiler de bicicletas, más allá de las que están aparcadas en lugares públicos, hay locales que alquilan bicis estándar a 18 dólares la hora, scooters y bicicletas eléctricas a 25. Lo ideal es sacar el pase de subway de 7 días que sale 34 dólares y es ilimitado para andar durante 1 semana, de lo contrario el viaje cuesta 2.75 dólares cada pase.
Cuando te entregan la tarjeta, te dan un mapa papel de New York que lo vas a amar, porque está súper claro cada recorrido de línea de subte y sus conexiones con trenes, buses, ferries y teleférico.
Mi recorrido por la gran manzana comenzó por el punto más concurrido de la ciudad de Nueva York, calle Broadway y 7 Avenida, el marketing y la publicidad en vía pública hizo que me detenga a mirar las pantallas gigantes que están vibrando en pleno Manhattan y no descansan en todo el día. Es una de las cosas que más llaman la atención de la ciudad, la tecnología con la que cuentan esos dispositivos y las principales marcas se pelean por tener presencia allí y se esmeran en crear atractivos spots que va loopenado sin cesar. Después de eso, el transporte público me llevó de un lado a otro, nunca usé taxi en cuanto a mi movilidad.
Para circular por la gran manzana, el alquiler de bicicletas es lo más elegido, están disponibles por toda la ciudad y sale 19 dólares el pase diario y se autogestionan mediante una app y código QR, también en locales in door. Pero si no querés hacer esfuerzo y preferís que te lleven, se puede alquilar una especie de triciclo con chofer y dos asientos atrás que te lleva escuchando música propia de Nueva York o en referencia a la ciudad y sale 1 dólar el minuto, pero, por ejemplo, en zonas como Time Square el minuto sale 10 dólares y en Central Park sale 6 dólares.
Qué lugares recorrer
Los sitios de interés gratuitos de Nueva York no se acaban nunca, caminar por las calles de la ciudad que nunca duerme es un placer, porque tiene cientos de lugares que valen la pena acercarse a detenerse y contemplar.
En el centro de la ciudad de los rascacielos, Grand Central Terminal es además de la terminal de transporte, un edificio histórico nacional con tiendas, restaurantes, reliquias y arte. Es la terminal más grande del mundo, con 45 plataformas en las que a diario pasan 750.000 personas, porque allí terminan los recorridos de los trenes. Este lugar típico de los neoyorkinos se encuentra en el número 89 East de la 42nd Street (en Park Avenue) y su reloj situado en la oficina de información es considerado el punto de encuentro en el edificio principal. Y si desde allí miramos hacia arriba podemos ver el techo abovedado con un mural referido a las 12 constelaciones del zodíaco y 2.500 estrellas, algunas de ellas con luces led. O bien caminar por la galería de los susurros, el mercado, el Campbell Bar o afuera ver el reloj de Tiffany entre otros detalles arquitectónicos.
En el distrito financiero se encuentra el Oculus, la Estación de tren de Calatrava, un edificio disruptivo en el World Trade Center, color blanco muy característico de su creador, que se transformó en un punto neurálgico para el transporte público. En esta estación, recientemente colocaron esculturas de bronce de animales en peligro de extinción de los artistas Gillie y Marcy para hacerla aún más atractiva.
Las atracciones del distrito financiero, es decir, en los alrededores de la Bolsa de Nueva York: la NYSE (New York Stock Exchange) ubicada en la 11 de Wall Street (si bien no se puede ingresar), el edificio es imponente y frente a él se encuentra la estatua de La niña sin miedo, símbolo del empoderamiento femenino de las mujeres según su creadora. Y a escasos metros, dando la vuelta y frente al Museo Nacional de los Indios Americanos, se encuentra el Toro de Wall Street que representa el poder del sistema financiero, destinado a los jóvenes que trabajan allí. Hoy es la segunda atracción de NY, por la que pasaron 4.237.000 personas en 2022 para tomarse una foto, según información turística otorgada por la misma ciudad.
Desde el Oculus nos tomamos el subte para ir a la South Ferry Terminal y tomar el ferry gratuito que nos llevó ida y vuelta a navegar hasta la Estatua de la Libertad, sin bajar, sino rodeándola. El recorrido dura aproximadamente una hora, y te podés bajar en Staten Islan a dar un paseo e incluso visitar los outlets del lugar. En ese caso el regreso de la Isla también es gratuito.
Caminar por Nueva York tiene su encanto, todo es sorprendente, desde sus rascacielos, bares, puestos de comida callejera, perros que circulan en cochecitos y bolsos más que divertidos en mano de sus dueños. Es un sinfín de cosas que te dejan con la boca abierta. Tribeca tiena la última joyita del diseño y la arquitectura que llegó este 2023 a la gran manzana, “The bean”, la escultura que está en la esquina de Church y Leonar y aparenta ser una legumbre, del artista Anish Kapoor, mide 5,8 m de alto y causa un efecto espejo cuando uno se acerca; es realmente impactante y parece sostener al edificio Jenga Tower.
Nueva York lo tiene todo, las opciones para moverse son varias y no podemos dejar de ir a Roosevelt Island y disfrutar un paseo caminando al lado del Río Este, observar el Bloomberg Centre o ver el puente Queensboro Bridge. La opción para este día es llevarse todo para un picnic y disfrutar de la isla, a la que llegan por medio del teleférico con un pasaje que sale lo mismo que el tren y estás en sólo 5 minutos, tomándolo en Manhattan, en 1132 2nd Ave, entre las calles 59 y 60.
Uno de los últimos y más caros desarrollos urbanísticos de la gran manzana es Hudson Yards, al que llegas a pie desde Time Square, es un nuevo barrio en el Midtwon que se levanta junto al río Hudson entre las avenidas 10 y 11 y las calles 30 y 34. En él se encuentra The Vessel, una estructura brillante, abierta y hueca de 16 pisos que hoy se encuentra inhabilitada para subir a su cima luego de una serie de accidentes, pero se puede observar desde su base y plaza; al mismo tiempo que sentarse en las reposeras que ponen de manera gratuita, los fines de semana hay djs y pantallas gigantes para ver deportes. Al lado está la bahía y conecta con el High Line, el parque lineal que se hizo sobre las antiguas líneas de tren y tiene flores todo el año, ideal para correr o caminar. Próximo al lugar está el Chelsea Market, el lugar indicado para buscar variedad en comidas y buen precio.
Y si queremos más opciones al aire libre, el destino es Little Island, un parque público flotante hecho de pilotes de cemento sobre el Río Hudson, en donde la gente está haciendo actividades físicas y recreativas, hay bicisendas, sendas para caminata y running y juegos interactivos para hacer música. Pero para los que prefieren la playa propiamente dicha, Coney Island es el lugar para ponerse la malla y disfrutar la arena de Nueva York y conjugar en un mismo destino, arte urbano, arquitectura de vanguardia, gastronomía, moda, navegación y diversión asegurada con transporte público de primera.
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